sombra@Cristina_QS Las relaciones profesionales suelen ser complicadas en cualquier ámbito y todos conocemos la repetida frase: ‘el cliente siempre tiene la razón’. Esto se complica cuando intentas hacerle comprender que sus ideas ‘están muy bien’ pero que el ‘experto’ en el tema no es él… Somos nosotros. 

La mayoría de los problemas con agencias y clientes surgen del desconocimiento de estos sobre el sector audiovisual; lo que es completamente lícito, ya que no todos sabemos de todo… Como bien comentó mi compañera Cristina Barper en este mismo programa, ‘hay clientes que creen que son directores de cine’ e intentan dirigirte, opinar sobre planos, encuadres, música, locución… Y lo peor no es eso, lo peor es que intentan convencerte de que tienen razón y tú sabes, perfectamente, según las normas básicas de lenguaje audiovisual, que no la tienen.

Solución: aunque el cliente siempre tendrá la última palabra, es recomendable dejarse asesorar.

En lo que al sector audiovisual se refiere, uno de los problemas más contraproducentes y molestos es que el cliente nos pida el guión del vídeo antes del propio vídeo. Si hablamos de un spot con una alta dosis de creatividad es necesario cuadrar un guión de antemano; pero si hemos asistido a una rueda de prensa o presentación convencional, que el cliente tenga que dar el visto bueno al guión ralentizará considerablemente el trabajo. Además, un guión nunca dará la misma impresión que un vídeo terminado, ya que se trata solo de un boceto.

Solución: no nos importa hacer cambios en el vídeo una vez terminado, pero perder el tiempo enviando archivos en pdf no nos interesa ni a nosotros ni a los clientes.

Y ya que hemos mencionado la palabra cambios, hablaremos de ese fascinante mundo… Es de recibo que un producto audiovisual se retoque hasta conseguir el resultado deseado, pero el problema comienza cuando los cambios por parte del cliente vienen en pequeñas dosis (ahora cambia esta palabra de la voz en off… ahora esta imagen no me gusta… la música está muy alta/baja… me gustaba más la primera versión…) Lo más desquiciante aún es cuando, después de 6 o 7 versiones del mismo vídeo, el cliente acaba diciendo: ‘creo que al final nos quedamos con la primera’.

Solución: los cambios que consideren oportunos serán bienvenidos pero, a poder ser, en grupos grandes y pensando siempre en ahorrar tiempo.

A la hora de llevar a cabo una grabación es importante que el cliente tenga claro todo lo que quiere y que nos lo comunique. Qué tipo de vídeo quiere, qué portavoces deben aparecer en el vídeo, qué es lo que se pretende transmitir con el mismo, etc.

Solución: Si hay una buena comunicación redactor-cliente, la grabación será más fluida y más rápida; todos lo tendremos claro.

Vídeos que corren mucha prisa y acaban en un ‘tranquila, ya lo miramos mañana despacito…’. El problema de estos vídeos urgentes es que los redactores organizamos nuestra jornada por y para el vídeo, dejando todo de lado y estresándonos hasta conseguir que todo quede perfecto y el vídeo esté enviado lo antes posible. Nos hemos encontrado ocasiones en las que el vídeo tenía que estar a las 4 o 5 de la tarde, nos hemos quedado sin comer para enviarlo a las 3 y al final resulta que habían decidido (ellos) dejarlo para el día siguiente… Sin comunicárnoslo, claro.

Solución: Entendemos que el cliente quiera el producto para ‘ya’ pero… si no corre una prisa excesiva es recomendable avisar, ya que tenemos más trabajo que también tiene que salir adelante. Priorizar, siempre priorizar.

También tenemos el caso de ‘el cliente desaparecido’. ¿En qué consiste? Tu cliente te pide un vídeo (en la mayoría de los casos será para ‘ya’), lo haces lo antes posible, lo envías y el contacto desaparece… Pasan las horas y no sabes nada, pasan los días o, incluso, las semanas… y el vídeo en standby. Suele sentarnos un poco mal, porque lo damos todo para que ese vídeo esté en el tiempo requerido para que, después, se olviden de nosotros. Después, cuando lo superamos y dejamos un poco de lado el caso, el cliente reaparece semanas después con muchos cambios y el vídeo para ‘ya’.

Solución: Entendemos que las cosas llevan su cauce, que a veces un vídeo tiene que pasar por muchos filtros pero, por favor, no es bueno desaparecer… Sobre todo, porque cuando pasen unas semanas, tendremos otros vídeos y otras prioridades y se nos hará difícil buscar el hueco que vuestro vídeo se merece y/o tuvo en su momento.

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