portada ok @Cristina_QS ‘And the Oscar goes to….’ Todo el año esperando a oír esta frase y en un abrir y cerrar de ojos ya ha pasado la gala. Como nosotros no estamos dispuestos a conformarnos con tan poco, hoy seguimos de resaca, de resaca de Oscar. Y es que, aunque esta gala no ha sido tan animada como nuestros Goya, también se merece que rebusquemos entre sus trapos sucios. Empezamos.

Y lo hacemos por el final, por el momento más esperado de la noche, por el Oscar a la mejor película, por esa vídeo-aparición estelar de la primera dama… Pero, ¿por qué dio Michelle Obama el premio más importante? ¿Qué relación tiene esta respetable señora con el mundo del cine? ¿No tenía mucho más sentido que lo hiciera Jack Nicholson? Que a doña Obama le gusta dejarse ver está claro, el problema lo tiene la Academia y su ocurrencia. Además, Michelle nos deleitó con una serie de mensajes del tipo ‘podemos superar cualquier obstáculo si cavamos lo suficientemente profundo y luchamos por conseguirlo’, ‘el amor puede superar todos los obstáculos’, ‘nuestros niños aprenden a abrir su imaginación, a tener sueños grandes y a esforzarse día a día por conseguirlos’. ¿Necesario? NO. ¿Cursi y ñoño? SI.

Pasemos a cosas serias. ‘La fiesta del cine’ fue más aburrida que nunca (y más si la comparamos con nuestros recientes y animados Goya). Pocas sorpresas en una gala que se extendió tanto que el propio Seth MacFarlane reconoció que empezaba la velada de 2014.

A nuestro amigo Seth, siguiendo la tradición que comenzó Ricky Gervais el año pasado, también le pareció una buena idea mofarse de los latinos, bromear sobre los judíos en Hollywood, y sobre los afroamericanos y la esclavitud. Pero vamos a lo que nos concierne: los latinos. El director de ‘Ted’ y creador de ‘Padre de familia’ dio paso a Salma Hayek – que presentaba el Oscar Honorífico – y de paso dijo: ‘Ahora sería el momento de que salieran Javier Bardem, Penélope Cruz y Salma Hayek, aunque no se les entienda’. Hasta aquí bien pero terminó la ‘gracieta’ afirmando que ‘la presencia latina en la gala está justificada porque son atractivos’. Bromas ocurrentes aparte, dicen de MacFarlane que estuvo soso y que, incluso, se asemejaba más a un osito de peluche que a un maestro de ceremonias.

Pasemos a uno de los temas más comentados de la noche: los pezones de Anne Hathaway. Un vestido de Prada y el frío que debía hacer en Los Ángeles tuvieron la culpa de que la ganadora del Oscar se paseara mostrando sus atributos. ¿Un traje poco adecuado, quizás? La actriz no se quedó corta al afirmar que su madre había dicho que el vestido era ‘de negocios por delante y de fiesta por detrás’. Tanto dio de sí este tema que en Twitter se creó una cuenta para la ocasión – ‘Los pezones de Hathaway’ – cuyo primer ‘tuit’ fue ‘¿alguien más siente un poco de frío?’ Alcanzó los 3.000 seguidores.

Y, ¿cómo no? La caída de Jennifer Lawrence. A la chica le debieron temblar las piernas cuando escuchó su nombre y se acabó desplomando en las escaleras con elegancia (menos mal que su Dior pintaba ‘mullidito’). Hugh Jackman, ese gran hombre, corrió a socorrerla pero a ella ya le había dado tiempo a levantarse y caminar decidida hacia el escenario. Dicen que la dulce Jennifer les dedicó un amable gesto a los fotógrafos en respuesta a las ‘bromitas’ sobre su caída.

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Poco más que destacar de la noche. A modo de curiosidad decir que Tarantino sigue sin saber anudarse una corbata y que, junto a Kristen Stewart (que no se había peinado), en vez de parecer que iban de fiesta, daba la sensación de que volvían de ella.

Sandra Bullock no se dio cuenta de que su gracia le iba a costar cara. A la actriz no se le ocurrió otra cosa que poner muecas extrañas mientras luchaba por abrir el sobre. ¿El resultado? Le esperan los fotomontajes y gift animados en la red. Tú te lo has buscado, Sandra…

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Por lo demás, muchas actuaciones musicales, quizás demasiadas, quizás tantas que la gala parecía Eurovisión. Eso sí, la de ‘Los Miserables’ hizo al Dolby Theatre ponerse en pie. Nuestro Paco Delgado (nominado por el vestuario de dicha película) se fue de vacío y con él – y Naomi Watts – toda nuestra escasa representación. Hablando de representación, no podemos olvidar que Sonia Monroy fue lo único que tuvimos pisando la ‘Red Carpet’…

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¿Cómo no hablar de ‘Argo’? Ben Affleck por lo menos pudo subir al escenario a recoger el gran premio y lo hizo junto a los demás productores de la película. Affleck, George Clooney y Grant Heslov formaban un buen equipo, tanto que el mismo Heslov no dudó en confirmarlo abiertamente: ‘Sé lo que estáis pensando, los tres productores más guapos del mundo’. Después del ‘aparente’ capricho de la Academia de no nominar al director, a Affleck solo le queda dedicarles un ‘argoderse, que me llevo el Oscar a la Mejor Película’.

Esto ha sido el resumen de una gala que no será recordada por nada más que los pezones de Hathaway y la caída de Lawrence. En cuanto a premios, tampoco provocaron ningún susto en ninguna casa de apuestas. Eso sí, la distancia entre Estados Unidos y España es abismal. Mientras que allí se desviven por su cine y por una gala sobria y elegante; aquí somos más de andar por casa y nos limitamos a dar nuestros premios con algún que otro escándalo de por medio y tiritos al Gobierno, claro.